Dos premisas han guiado el proyecto para adecuarlo al entorno del modo más eficaz:
El sol
El entorno físico está dictado por la orientación y el soleamiento. El volumen construido mayor por lo tanto se orienta al su aprovechando el máximo soleamiento.
La ciudad
La adecuación al entorno urbano está relacionada con la máxima articulación y fragmentación de la edificación para por un lado que su volumen no se perciba como opresivo o excesivo y al mismo tiempo el edificio tenga un carácter y una identidad propia.
El proyecto se articula lo máximo posible a pesar de las estrictas condiciones urbanas que tiene. Así su volumen más fracturado parecerá más pequeño y amable. Presenta las fachadas más tersas y emblemáticas a las calles, lo que le aporta mayor identidad y singularidad.
Calidad estética
Las virtudes estéticas de los edificios están relacionadas con sus ajustes funcionales. Las arquitecturas más bellas son para nosotros, aquellas que se ajustan a la función que tienen, expresan el espíritu de los tiempos en ellos que se levantan y se construyen con imaginación creativa y prudencia.