El proyecto desarrolla la ordenación del Plan Parcial elaborado por otro equipo de arquitectos [Eduardo Belzunce, Luis Díaz, Juan García] tras el concurso Europan IV. La geometría establecida para la planta de las torres predeterminaba la posición de los núcleos de comunicación vertical y una disposición de viviendas en crujías de 4’5 m con poco margen para el ensayo. Por este motivo, el interés del proyecto se ha centrado en darle expresión a la envolvente constructiva y el carácter de los espacios públicos.
El gran zócalo de aparcamiento, que aloja 267 plazas, se ha planteado como una fachada semiabierta construida con grandes piezas de hormigón prefabricado de color grafito en celosía. Las torres se expresan como elementos autónomos que descansan directamente sobre este zócalo. Sus fachadas están acabadas con paneles de celulosa cemento de color gris oscuro que alteran su neutralidad en los frentes abiertos al paisaje, que orientados a sureste y muy visibles desde la lejanía, se envuelven directamente en aluminio brillante.
Las pequeñas plazas que quedan entre las torres se prolongan sobre el vacío con grandes balcones que se constituyen en dramáticos miradores sobre el paisaje abierto situado frente a ellos.