El proyecto se plantea en dos estratos superpuestos claramente diferenciados. El estrato inferior se incrusta en el terreno y proporciona un óptimo encuentro entre los comercios y las calles, en fuerte pendiente. Como en un estuche compacto de piezas diversas, se empaquetan en su interior todos los elementos comerciales y de servicio: tres aparcamientos independientes, trasteros, cuartos de instalaciones y una corona de locales comerciales de tamaño mediano que envuelven una gran superficie comercial que se asoma a la calle. El estrato superior pertenece enteramente a las viviendas. La cota del jardín, los accesos y los espacios de uso colectivo se sitúan en una plataforma diáfana que se proyecta visualmente sobre el parque. Sobre ella se organizan las viviendas, dispuestas de modo que todas ellas miran de forma directa o diagonal al Parque de Valdebebas. Su volumen se expresa como una serie de bandejas superpuestas, con viviendas abiertas al sol y a las vistas que disfrutan de un emplazamiento extraordinario.