Vidas cruzadas
La convivencia entre jóvenes y mayores en un edificio compartido situado en un emplazamiento urbano consolidado en proceso de renovación, ofrece una oportunidad extraordinaria para repensar modos de habitar y alternativas innovadoras. Proponemos un sistema universal, adaptable y resiliente. Un conjunto de “bandejas genéricas” a modo de espacio público elevado neutral, aloja las viviendas para mayores y jóvenes. Pero es en sus espacios colectivos, galerías, soportales, terrazas, umbráculos y jardines, donde el proyecto tiene su sentido total, encuentra su urbanidad y donde sus habitantes celebrarán la vida.
El huerto urbano
El huerto que proponemos estará gestionado por una asociación local, y será cultivado con técnicas orgánicas para vender sus productos en el barrio a un precio justo, de modo que permita su autogestión. Situado en la azotea y cubierto parcialmente por un sencillo invernadero, este huerto es un espacio de intercambio entre generaciones. Los jóvenes y los mayores se encontrarán, al igual que en tantos otros espacios del complejo, y podrán compartir su interés por algo que va más allá de un simple entretenimiento. Este espacio, de clara vocación didáctica, se convertirá así, desde lo alto, en un ejemplo de cohesión social e integración generacional a través de prácticas de socialización urbanas contemporáneas.