El edificio St Martin 16-18 de apartamentos sociales, locales administrativos y talleres tiene un programa extraordinariamente complejo. El proyecto manifiesta su firme vocación urbana, atendiendo a las condiciones de la ciudad con un edificio unitario, sensiblemente articulado pero rotundo y con la escala de las edificaciones vecinas.
Así, el programa complejo de su interior queda velado por la condición ciudadana del edificio. Sin embargo, cada pieza del programa ha encontrado dentro del conjunto, su posición idónea y las fachadas del edificio a pesar de su aparente homogeneidad, atienden con sentido lumínico y sensibilidad a cada uso en el interior del edificio.
Con la máxima eficacia programática el edificio es compacto y su economía morfológica produce claridad urbana y una relación sencilla con la difícil topografía de la parcela.