A pesar de su nombre, debido a su geometría, gran dimensión y superficie de tráfico rodado, la Plaza del Encuentro es más una glorieta de distribución de tráfico que una plaza. Sus distintos espacios, aparecen fragmentados y faltos de unidad y de carácter.

El proyecto busca cambiar estas condiciones y se caracteriza por sus tres actuaciones principales:

1. Prioridad peatonal:

Aunque eliminar el tráfico rodado que atraviesa la plaza, proveniente de la Avenida de Moratalaz, resulta inviable, la propuesta plantea un nuevo trazado de tráfico que minimiza el impacto del acceso vehicular en la plaza. Con el fin de multiplicar la zona pavimentada transitable y disminuir el espacio destinado al vehículo, se elimina la rotonda central, prolongando el trazado de la Avenida de Moratalaz y concentrando el tráfico rodado en el eje central de la plaza. Esta operación permite segregar el tráfico tangente y perpendicular a la plaza, evitando que el tráfico perimetral al barrio penetre en la plaza, tal y como ocurre en la actualidad.

2. El pavimento integrado:

Una gran superficie continua de asfalto poroso emerge en los cuatro lados de la plaza. Gracias a la continuidad del pavimento, el plano horizontal se aprecia como un todo, especialmente en las ocasiones que propicien el corte del tráfico que atraviesa la plaza para dar prioridad a los viandantes durante las fiestas del barrio, fechas significativas o incluso cada domingo.

 3. Habitaciones cambiantes:

Como respuesta a las condiciones de la trama urbana de Moratalaz, se idea un módulo que se repetirá en tres de las cuatro zonas de la plaza y que contrarrestará con la rigidez de los edificios del barrio mediante su flexibilidad de usos y acabados cambiantes, versátiles y abiertos.

Este módulo combina una estructura ligera metálica y un bosquete ornamental. La estructura metálica, multiforma y multiuso,  se convierte en una habitación cambiante cubierta con parras, glicinias y lúpulo. La vegetación irá cambiando según la estación del año, modificando el aspecto de las habitaciones, que pueden albergar una gran diversidad de usos, sirviendo de escenario para conciertos, proyecciones cinematográficas – evocando al cine que existía antiguamente en la plaza – mercadillos de flores, pistas de hielo, fiestas del barrio, así como otro tipo de eventos.

Cada bosquete está compuesto por quince ejemplares de koelreuteria paniculata distribuidos en tres hileras de cinco árboles cada una. Un conjunto de almendros situados en el interior de una de las habitaciones contrastará con el verde y amarillo de los koelreuteria paniculata.