El proyecto propone naturalizar una zona en riesgo de «sobre-urbanización». Esto se logra mediante un plan de mitigación y lógica ambiental, con movimientos de tierra de la parcela que dan formato a una topografía visualmente rica, diseñada para servir a la gestión sostenible del material vegetal y que lleva a la construcción de un paisaje rico, verde y atractivo. La propuesta tiene ambición de construir escenarios y ambientes con carácter, capaces de conseguir la máxima calidad y la identificación de los ciudadanos que la frecuentan. Las pistas deportivas no son lugares de paso, estas están alegres y coloridas, animadas por un rial «confetti» vegetal. El anfiteatro es el escenario social, aquel en el que todo ocurre, la «gran plaza» del parque, el corazón del Parque de la República que hace de éste un lugar memorable y único.