Un gran parque de decenas de jardines y cromatismos. Un lugar para explorar, para perderse, para embriagarse con las plantas aromáticas, con el olor de los pinos y en definitiva para reencontrarse con la naturaleza.
El parque se integra perfectamente en el área de actuación del masterplan y generará un espacio de conexión entre los barrios pre existentes y el desarrollo de Madrid Nuevo Norte.
El nuevo desarrollo no sólo será una pieza que sirva para la urbanización de nuevos terrenos, sino que tendrá un componente altamente social y valioso para los vecinos que hasta ahora tenían una cicatriz en el terreno que dificultaba la movilidad de este a oeste y de norte a sur.
El parque también será una pieza más de una red continua de espacios verdes que se extienden en esta nueva zona de la ciudad y que entroncan con el corredor verde que aspira a trasladarnos a ese Madrid más natural fuera de los confines de la ciudad. Al tiempo, el parque tendrá una relación simbiótica con la estación de Chamartín, relacionándose con sus espacios públicos y siendo la puerta de entrada a la ciudad, pero también un gran salón al aire libre en el que disfrutar del entorno antes de coger un tren o tal vez tras desembarcar en Madrid.