Esta propuesta para Orla do Paranoá no es un proyecto ni un diseño de proyecto, sino una idea, un concepto orientador. El objetivo es precipitar y construir una posible estructura para el futuro.
Si entendemos el proyecto como un «dibujo de la idea», como la manifestación o concreción de un diseño coordinado, detallado y preciso, tal vez no sea adecuado cuando se refiere a un parque con una longitud de 80 km o, considerando la franja mínima de protección de 30 metros, de aproximadamente 2,4 millones de metros cuadrados (lo que corresponde a casi el doble de la superficie del Parque de Inirapuera en Sao Paulo o del terraplén de Flamengo en Río de Janeiro, ambos con aproximadamente 1,5 millones de metros cuadrados). Parece más estratégico e interesante, en vez de crear con toda la precisión de un diseño sofisticado y detallado que atienda a todos los aspectos y especificidades de esta vasta área, reforzar una «idea de diseño», con directrices capaces de iluminar y orientar la toma de decisiones sostenibles que serán responsables de la ocupación y consolidación de esta área como un espacio público de calidad, para ser efectivamente ocupado por la población de la ciudad y no sólo por los residentes locales.
La propuesta sugiere, pues, conceptos orientadores capaces de formar un archipiélago de soluciones que pueden aplicarse estratégica y parcialmente (o en su totalidad) en distintos sectores del frente marítimo para constituir progresivamente un conjunto integrado hasta cerrar el circuito, como es deseable.