El frente marítimo de Alesund actualmente es consecuencia de un conjunto de actuaciones descoordinadas en el tiempo, algunas desafortunadas, que han producido un espacio desordenado, sin identidad y obsoleto, con un tráfico rodado extraordinariamente intenso. Esto ocurre además en el mejor lugar de la ciudad, en su corazón, alrededor del Brosundet y del barrio de estilo Jugend.
No hay que inventar de nuevo Alesund, tomemos lo que ya tiene valioso y extendámoslo con cuidado.
Proponemos la construcción de un conjunto de edificaciones de uso residencial, hotelero, comercial y dotacional cuyas trazas obedecen fundamentalmente a la ambición de dar continuidad al barrio de estilo Jugend en su escala, variación volumétrica y espacial por un lado, y por otro a las trazas generales de la ciudad que discurren en la dirección de las curvas de nivel, en el sentido este-oeste.
Traigamos el paisaje del Atlántico noruego al corazón de la ciudad
El gran vacío que ocupaba el puerto permite articular un conjunto de elementos y espacios públicos variados, cada uno de ellos con un carácter propio e identificable que recupera la mejor tradición paisajista urbana por un lado y por otro la atmósfera del paisaje de la costa atlántica noruega.
La playa al sur. El sol al sur. Un gran espacio para todos
El tráfico de cruceros necesita una terminal renovada y un espigón de atraque. Estas dos instalaciones portuarias brindan a la ciudad de Alesund la oportunidad excepcional de disponer de un lugar emocionante y placentero para el disfrute de los ciudadanos al borde del mar y orientado al sur.
La superficie quebrada del espigón es como la cubierta de un gran barco en el que “viajar” a otro lugar.
Una sencilla estrategia de segregación de niveles y de accesos permite congregar en el mismo lugar usos distintos que intensifican así sus posibilidades