La identidad del edificio responde simultáneamente a las diferentes condiciones funcionales de sus espacios -desde grandes salas públicas hasta espacios administrativos y de oficinas- y a ciertas consideraciones de escala urbana. El edificio presenta una tipología híbrida, a medio camino entre una barra horizontal y una torre, entre un cuerpo equino y un cuerpo humano.
Es un centauro sabio, Quirón, que alberga bajo sus patas el espacio suficiente para que Aquiles -la UIT- evolucione y se eduque con firmeza.
La nueva sede de la UIT es vertical, pero no es una torre, es horizontal, pero no es una barra, tiene grandes patas, pero no es un caballo, es inteligente, pero no es un humano. Es una arquitectura híbrida que alberga espacios públicos horizontales con grandes puertas cerca del suelo, y también alberga espacios de trabajo a pequeña escala cerca del cielo. Entre estos espacios, una gran estructura que es a la vez techo y sótano, y que engloba en un solo nivel las demandas que provienen de la parte superior e inferior: instalaciones técnicas e iluminación natural.
Este edificio es un objeto urbano, que encuentra su forma y su lugar en relación con la forma y el lugar de sus objetos vecinos: la Place des Nations y la calle Varembé, el CICG, la torre de la OMPI, la antigua torre de la UIT y el edificio Montbrilliant.