Cerca del Alto do Outeiro, el proyecto propone un descanso al peregrino para, tras sentarse a la sombra y remojar los pies, llegar más liviano a Santiago. Proyectamos esta parada con dos planos, terrestre y celeste como el camino, que llamamos de la pisada y de los sentidos. La propuesta se construye con materiales permanentes de Ferreiros y por tanto agua, hierro, granito y vides arropan al peregrino y le ofrecen confort con sombra, sonido, frescor y alimento. Superpuestos en capas conforman dos parras, dos asientos en sombra, dos fuentes, dos lavapiés y dos pasos: uno sobre agua y otro bajo un hórreo vegetal que pasa a vuelo sobre el camino.