Una trama más diáfana
Este ha sido un año excepcionaI por muchas razones y para muchos de nosotros. Para ARCO también lo ha sido. La feria es en cierto modo un espejo que captura y refleja con propuestas artísticas lo que pasa, también nuestros deseos y ambiciones, y por supuesto las circunstancias concretas de cada momento. En esta ocasión ARCO se celebra por primera vez en verano y la feria estará más esponjada y será más diáfana para que estemos más cómodos y seguros. La trama de calles que forman las galerías se dilata y aquellas serán más anchas. ARCO este año tendrá menos calles, pero más espaciosas, para facilitar el intercambio, el paseo y la conversación, pero sin dejar de tener siempre presentes las piezas que muestran las galerías.
Los espacios colectivos y de reunión, como en otras ediciones, se concentran a lo largo de una avenida que los ordena y los hace reconocibles. Todos ellos forman un frente unitario con un telón de fondo que se identifica mediante el uso de colores alegres y vivos. Pequeñas variaciones en la posición de ciertos recintos componen un espacio claramente distinto del de otros años y, al tiempo, el mantenimiento de algunas reglas espaciales y geometrías recuerdan otras ediciones. Así el espacio de la feria desvela y pone en valor lo nuevo sin perder la legibilidad y facilidad de orientación necesaria para que el conjunto sea un lugar relajado para disfrutar.
El verano y su componente festiva llega tras un invierno social largo que, quizá, cambie algunos de nuestros hábitos, pero ARCO 2021 se afirma con alegría como una celebración real y compartida, donde es vital la presencia de las personas y la posibilidad de establecer una relación directa e insustituible con las piezas de arte que las galerías seleccionan para nosotros.